Por Sofía Llamedo.
La banda oriunda de La Plata colmó el barrio de Villa Crespo para festejar su séptimo disco, Esencia, y sus 12 años de trayectoria. Familias, grupos de amigos, parejas y muchos fanáticos esperaban con ansias el comienzo del show.
Con un set list de 26 canciones, invitados de lujo, un juego de luces y visuales que acompañaron a la perfección, Cruzando el Charco demostró el profesionalismo y el placer con el que se sumergen en distintos géneros como el rock, pop, cumbia, candombe y reggae. Todo eso sin perder, justamente, su esencia.
Pasadas las 21:15, las luces se apagaron y la voz de Francisco Lago retumbó al grito de “¿Qué pasa Buenos Aires?”, justo antes de abrir el show con “Cada Error”. Continuaron con “La Última Carta” de su disco anterior Cicatrices. “Yo no puedo creer que estamos acá, sinceramente esto es impresionante”, confesó Francisco.
A lo largo de la noche, fueron intercalando los nuevos temas con otros clásicos, pero los presentes nunca dejaron de agitar. De hecho, “Adonde están” sonó en los primeros lugares de la lista y todos los fanáticos ya estaban bailando.
“El verano” y “La Primera” terminaron de calentar motores para luego bajar algunos decibeles con “Roto” y “Viejo”. Allí se creó probablemente uno de los momentos más íntimos y de comunión de la velada.
Después de las primeras 11 canciones, deleitaron a los presentes con un impecable set instrumental de bateria y percusión. Minutos después, llegó el primer invitado, Gustavo Cordera, para interpretar “Dueños del Ritmo”. “El que se queda sentado, es alto vigilante”, arengó Nahuel el guitarrista cuando tomó las riendas para interpretar “Cartagena”.
El ambiente de todo el lugar cambió cuando Nahuel Pennisi subió a interpretar “Sin Final”. La ovación no era la misma, se respiraba magia. Para seguir con el romanticismo, continuaron con los hits “Nada Nace”, “La Señal” y después cantaron “El Trato” con el gran Coti Sorokin.
Otro momento muy especial, fue cuando invitaron a subir a dos grandes músicos y amigos de El Plan de la Mariposa para entonar “Volver a Nacer”. Sonó “Puede Ser” y “Soy” y amagaron con el final, pero las luces seguían apagadas y los fanáticos coreaban “No nos vamos nadaaaaa, que nos saquen a patadas”.
Luego de algunos minutos de incertidumbre, Nahuel apareció en el escenario con una gigantografía de la copa del mundo, todo tenía sentido: “¿Quieren saber cuanto pesa? Realmente es increíble el camino, la cantidad de partidos que perdimos para llegar hoy acá. La selección que tenemos, los que ven acá y los que están abajo y todos ustedes. Todo eso se parece mucho a esto: a ser campeón del mundo”.
Finalmente, cerraron el show con tres de los hits: “A Mil”, “Para Mucho Más” y el clásico “Terminales”. “Esta es la primera vez que tocamos en un lugar tan grande, así que es muy importante para nosotros. Gracias a todos por estar”, concluyó Francisco en medio de una ovación de lo que fue la gran noche de Cruzando el Charco en el Movistar Arena de Buenos Aires.
Con esfuerzo, dedicación y profesionalismo dejaron grabado un capítulo más de la historia de la música argentina y la versatilidad de las bandas que componen nuestra cultura.
PH: @godymex y @irishsuarez
