Britney Spears rompió el silencio después de años de polémica por cómo su padre, Jamie Spears, manejó sus negocios y su vida.
La cantante habló ante un tribunal vía Zoom luego de que su abogado pidiera que su padre deje de ser el apoderado de su patrimonio.
En su testimonio, Spears se refirió a los últimos 13 años de su vida que fueron controlados de forma abusiva por su padre y tutor legal. La Princesa del Pop desmintió los rumores que dicen que tiene demencia y habló también de los medicamentos que recibió por orden de su padre (entre ellos “una droga fuerte” con el litio). Britney se comparó con una víctima de trata al describir cómo fue obligada a trabajar cada día, y pidió que se castigue a los culpables: “La gente que me hizo esto no debería salirse con la suya y escaparse fácilmente”.
Durante 23 minutos, Spears se abrió ante el tribunal: "Lo que viví es vergonzoso y desalentador, y es la principal razón por la que no hablé abiertamente. Pensé que nadie me creería". Además, detalló su objetivo: “Todo lo que quiero es mi propio dinero… y que todo esto se termine […] Honestamente, quiero poder demandar a mi familia”, expresó.
La cantante se refirió también a la imposibilidad que tuvo en estos años de tomar decisiones sobre su propio cuerpo. Explicó que le prohibieron casarse y tener otro hijo, al punto tal que sus tutores le impidieran sacarse el DIU. “Realmente creo que esta tutela es abusiva”, sentenció. "He estado en negación, he estado en shock. Estoy traumatizada", reveló Britney.
Desde que empezó la tutela hace 13 años, su padre fue su tutor y ahora es el coadministrador de su fortuna de 60 millones de dólares junto con una compañía administradora de bienes, por pedido de su hija cuando, según un informe de The New York Times, Britney presentó dudas sobre la habilidad de su padre para administrar sus bienes.
Fueron varios incidentes los que llevaron a internar a Britney en 2008 en una clínica psiquiátrica contra su voluntad y a comenzar la tutela. En ese entonces, sus finanzas pasaron a manos de Jamie. Britney continuó trabajando durante todo este tiempo: publicó varios álbumes, realizó un show fijo en Las Vegas y se desempeñó como jurado en el programa de TV The X Factor.
El caso de Britney volvió a llamar la atención de los medios en 2019, cuando de repente canceló la segunda temporada de sus shows en Las Vegas. Britney afirmó que fue obligada a internarse en un psiquiátrico luego de manifestarse en contra de ciertas decisiones creativas durante un ensayo. Ese verano, Jamie fue reemplazado temporalmente como tutor por una supuesta pelea que llegó a las manos con el hijo mayor de Britney.
En 2019 se gestó el movimiento #FreeBritney que ganó mucha relevancia online cuando distintas celebridades como Paris Hilton y Miley Cyrus, quienes fueron amigas de Britney, le brindaron su apoyo a la cantante.
