El eterno cantante de Black Sabbath está en ese momento de la vida en la que la cosa se vuelve profunda y tan real que duele.
Pero antes, a rockearla toda. Como ya vinimos contando desde R&P, el 5 de julio Ozzy dará su último concierto, junto con los miembros originales de Black Sabbath. El lugar elegido es Birmingham, donde comenzó la historia. Puntualmente en el Estadio Villa Park, ahí tendrá lugar el “Back to the Beginning” con bandas como Metallica, Slayer, Pantera y Guns N' Roses entre otros, rindiendo homenaje a los padrinos del heavy metal.
Entrevistado por la gente de The Guardian, el Príncipe de las Tinieblas habla de la despedida definitiva: “Me encantaría decir “nunca digas nunca”, pero después de los últimos seis años más o menos... llegó el momento. Viví en la ruta durante 50 años y pico, y me acostumbré a no volver a agarrar las valijas y subirme al micro de nuevo”.
“Ya no fumo droga ni llevo el estilo de vida de una estrella del rock. Soy una especie de persona hogareña. Nunca salgo. Nunca voy a bares, no bebo. Entonces, ¿qué carajo hay ahí afuera para mí? Odio ir de compras con mi mujer. Después de media hora me dan ganas de apuñalarme en el cuello”.
“Es hora de que pase algún tiempo con mis nietos, no quiero morir en una habitación de hotel en cualquier sitio. Quiero pasar el resto de mi vida con mi familia”.