“Demasiado nunca es suficiente”, dicen por ahí, y eso es exactamente lo que despierta la figura del único e indiscutido Ian Fraser Kilmister, más conocido como Lemmy. Rockero por excelencia y amado no sólo por sus fanáticos, sino también por sus pares, desde su muerte en 2015 nos enteramos de innumerables homenajes y actos para honrar su memoria y su legado.
Desde tatuajes con sus cenizas hasta estatuas en su ciudad natal, en esta ocasión la excusa es celebrar los 50 años de Mötorhead para lanzar un nuevo libro ilustrado que cuenta las mejores anécdotas del músico junto a Dave Grohl, Slash y Ozzy Osbourne, entre otros.
“No Remorse: The Illustrated True Stories Of Lemmy Kilmister And Motörhead”, será el título en inglés, y contendrá 176 páginas con historias de 25 conocidos amigos y compañeros de banda de Lemmy. El epílogo del libro estará a cargo de otra leyenda de Black Sabbath, mientras que el prólogo corre a cuenta del líder de Foo Fighters, y acá de dejamos un fragmento:
“SOMOS MOTORHEAD Y TOCAMOS ROCK AND ROLL
Esta simple declaración, pronunciada en el inconfundible gruñido de Lemmy Kilmister ante un ruido de 130 decibelios (el mismo que un avión despegando o un disparo a quemarropa) sirvió de simple, pero apropiada introducción al ritmo nuclear, y speed freak de las innumerables y legendarias actuaciones en vivo legendarias de Motörhead. De pie en el escenario con un bajo Rickenbacker colgado alrededor de su cuerpo de forajido como un soldado de la Segunda Guerra Mundial al hombro una ametralladora MG-42, Lemmy esculpió una figura de lo más aterradora, aunque bellamente icónica. Un Cristo vaquero de whisky apocalíptico. Y tampoco estaba bromeando. A los pocos segundos de esta amenazante proclama, la banda se lanzaba a un repertorio implacable y estremecedor de exactamente eso: Rock and Roll. Un baño de sonido virtual del infierno.
A lo largo de los años, muchos han clasificado el sonido de Motörhead como hard rock. Otros lo han llamado heavy metal. Algunos incluso se han atrevido a etiquetarlo como punk rock. Llamalo como quieras, pero la verdad es que las raíces de Motörhead siempre estuvieron profundamente arraigadas en el swing y la arrogancia de los arquitectos originales del rock and roll. Los gritos penetrantes de Little Richard, la eterna frescura de los Everly Brothers y el impecable ritmo de los Beatles (una banda que Lemmy vio tocar en el Cavern Club de Liverpool cuando tenía 16 años) se pueden encontrar entre los surcos de cualquier álbum de Motörhead. Escuchá canciones como "No Class", "I'll Be Your Sister" o "Bomber" y sin duda escucharás los acordes y ritmos de leyendas del pasado que formaron el amor eterno de este hombre por el rock and roll... aunque a una velocidad de romperte el cuello. (Intento de juego de palabras).
A los rockeros les encantaban. A los headbangers les encantaban. A los punks les encantaban. Y todos ellos pueden pelear y debatir los orígenes de la monstruosa maestría musical de Motörhead hasta que se les caigan las chaquetas de cuero, pero al final el corazón de todo lo relacionado con Motörhead no fue obra de otros. Fue obra de un solo hombre: Lemmy.
‘Si nos mudáramos al lado de tu casa, tu césped se moriría…´ dijo una vez. ¿Se refería al volumen ensordecedor que sólo él y su alegre banda de hooligans eran capaces de conjurar? ¿Las cantidades de químicos que sólo ellos podrían consumir? ¿Las legiones de fanáticos acérrimos que sin duda acudirían en masa a la humilde vivienda de su maestro como una especie de meca obligatoria de Motörhead, arrasando todo a su paso? Puede que nunca lo sepamos, pero está claro que debajo de la personalidad oscura y siniestra de Lemmy yacía un hombre perversamente brillante, apasionado y escandalosamente divertido. Con un cigarrillo Marlboro en una mano y un Jack con Coca-Cola en la otra, Lemmy podía salir airoso de cualquier situación. Era un mensajero, un vidente, un villano, un lobo, un guardián, un ángel. Pero para la mayoría, Lemmy fue un héroe y su influencia será siempre inconmensurable.
A todos nos dieron un regalo ese día 24 de diciembre de 1945. Un Capricornio nació en algún lugar de West Midlands del Reino Unido y vivió para convertirse en rey. ¿Su corona? Un sombrero negro maltrecho colocado bajo su mirada de francotirador. ¿Su reino? Rock and roll. ¿Su ejército?
Tú y yo.
Larga vida al rey.
Dave Grohl
19/01/24”.