Viene de un verano muy movido en el campo sentimental y laboral. Por un lado, una colección de Legos destruida (en represalia a una infidelidad) y un lavarropas traicionero (que dejó expuesto ese amor prohibido) lo pusieron en el eje de la tormenta; por otro lado, le llovieron ¡y le llueven! los elegidos y aplausos por el protagónico del musical Kinky Boots y por sus viajes por el mundo. Las dos caras de una misma moneda lo traen a un presente muy introspectivo e interesante.
Sin esquivar ninguna pregunta, Fede Bal visitó a Beto Casella y protagonizó una charla sincera, honesta y profunda. El recuerdo de su padre y la continua exposición de su vida privada fueron ejes fundamentales de la entrevista, sin dejar de lado su percepción del amor.
“Ahora entendí que no creo en la monogamia. No puedo estar en el estándar del novio que muchas mujeres proponen. Hay un nuevo universo que estoy conociendo que no está en la monogamia, donde uno puede tener una libertad un poco mayor”, dijo y luego agregó: “Ser infiel me parece una mierda, no estoy orgulloso de nada de lo que sucedió. Necesito estar soltero porque no me quiero quedar con la intriga de ‘qué hubiera sido si…’ Quiero darme los gustos en vida”.
Para concluir, Fede Bal sintetizó: “Nos estamos dando cuenta como sociedad que la sexualidad va por una vía totalmente distinta al respeto, al amor y la familia”.
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