La viveza está en todos lados y los restaurantes no son ajenos. Una persona llevó su torta a un bar para festejar su cumpleaños y en el lugar le cobraron por cortarla y servirla; mientras que a otra le cobraron el agua de la canilla. ¡Una locura! Pero por suerte Pollo Cerviño sigue adelante con sus investigaciones veraniegas y alertando a la comunidad de posibles estafas.
Dale play y escuchá su análisis en Llave en Mano.