Formados en el año 2000, Zumbadores son hijos de una profunda crisis económica y social que se vivió en la Argentina, y con sus canciones supieron reflejar el momento. Cuenta la historia que a la hora de elegir el nombre que los represente, la banda se basó en un colibrí zumbador considerado sagrado en Jamaica, por ser diseminador de nueva vida.
Con este espíritu positivo y convocando cada vez a más personas, en 2004 nació Frutilla y Almeja, su primer trabajo discográfico que fue en parte grabado en “la diosa salvaje”, el estudio que pertenecía a Luis Alberto Spinetta. Como si eso fuera poco, el arte de tapa del álbum estuvo a cargo de Rocambole.
Ahora, el disco finalmente puede encontrarse en formato digital y en ésta “primera etapa” ya están publicadas 2 de sus canciones emblemáticas: “La chica de la luna” y “El ritmo de los condenados”. Ambos temas fundamentales a la hora de los shows en vivo en esas épocas tanto para arrancar la fiesta como para despedirse de su público y cerrar los recitales.
Pero como es un año de festejos para los Zumbadores, para el 30 de septiembre están preparando un gran show en la Ciudad de Buenos Aires y así volver a encontrarse con su público.
Mientras tanto, a agitar las banderas con la reedición de su primer disco.