Hay un dicho popular que afirma que la música calma a las fieras… Pero hablemos de los efectos de la música en el cuerpo: ¿cuántas veces escuchaste una canción y sentiste que se te ponía la piel de gallina?
Un nuevo estudio realizado por el investigador canadiense Darius Valevicius descubrió que escuchar música que produce escalofríos puede reducir el dolor corporal y no sólo eso, sino que puede ser tan eficaz como un analgésico.
Pero primero, lo primero: no todo el mundo experimenta este tipo de sensaciones. Exactamente el 50 % de las personas que escuchan una canción sienten escalofríos, y los hallazgos concluyen que estas personas son más propensas a experimentar emociones extremas que aquellas que no lo hacen.
El experimento se realizó con 63 individuos sanos en la Universidad McGill de Montreal usando un dispositivo para calentar un área determinada de cada uno de sus brazos izquierdos. Y además, escucharon dos de sus canciones favoritas, luego alguna música relajante o aleatoria, y luego silencio.
Las conclusiones arrojaron que “la música favorita redujo el dolor en aproximadamente un punto en una escala de 10 puntos, que es al menos tan fuerte como un analgésico de venta libre. La música relajante, sin embargo, no tuvo ningún efecto.”
Así que ya sabés, si te duele alguna parte del cuerpo ponete tu tema favorito.