La muerte de Charlie Watts nos golpeó en lo más profundo de nuestro corazón rockero, y por eso los que hacemos Rock & Pop queremos despedirlo con recuerdos, anécdotas y el orgullo de haber sido motor para que Argentina viera por primera vez a los Rolling Stones en vivo.
Eduardo de la Puente
“Charlie Watts es uno de esos bateristas que uno nunca menciona cuando hay que armar un top tres de bateristas. Porque Charlie Watts nunca fue pirotécnico como puede haber sido Keith Moon, nunca fue una masa demoledora como pudo haber sido John Bonham, muchísimo menos un Mike Portnoy, y muchísimo menos un Neil Peart. Pero Charlie Watts era el corazón de los Rolling Stones. Tenía un tempo absolutamente envidiable. Era un tipo que hacía recontra simple lo que tenía que hacer. Los Rolling Stones no necesitaban más que eso; lo que sí necesitaban era un reloj humano, y Charlie Watts era eso, un reloj humano. El tipo tenía un tempo y un groove que muy pocos bateristas, por lo menos a mi entender, han tenido. Y esto, cruzado con el trabajo de otro de esos grandes músicos que no se mencionan al momento de hablar de los mejores bajistas de la historia que es Bill Wyman (que era otro animal), la base de los Rolling Stones era un lujo que solamente se pudo dar una banda como los Rolling Stones”.
Carla Ritrovato
“Lo primero que puedo decir es que gracias a Rock & Pop la mitad de la Argentina pudo ver a The Rolling Stones en más de una oportunidad: el gran sueño de los amantes del rock. Eso fue en el año 1995. Yo había entrado a trabajar en Rock & Pop en 1993, o sea que no había ni cumplido dos años acá adentro cuando cumplí el sueño de cualquiera: ver a The Rolling Stones en la República Argentina era realmente completar cualquier sueño y cualquier anhelo. Como la radio que traía a los Rolling Stones era la nuestra, teníamos reservado el mismo hotel en el que paraban ellos y tuvimos que hacer guardia, y a mí me tocó la guardia de Charlie Watts y de su mujer, que no llegó con la crew de The Rolling Stones. Llegó al otro día, en otro vuelo, y él cuando la recibió en el lobby del hotel le tocó el arpa, un arpa maravillosa que había en la planta baja, en una especie de balcón gigante.
Más allá de la enormidad que significó, yo no tengo una pena. Yo tengo una enorme alegría y el hermoso honor de pertenecer a la familia que los trajo, y haberlo visto con mis propios ojos en un montón de oportunidades, porque también tuve la suerte de viajar a Portugal con Rock & Pop a cubrir a The Rolling Stones y la banda soporte que fue The Black Crowes. Por lo tanto me siento orgullosa de haberlo conocido, haberlo disfrutado y haberlo aplaudido de pie”.
Walter Domínguez
Charlie Watts es el motor y el corazón de los Rolling Stones. Tenía, y supongo que lo tendrá para siempre, un toque único en el que la batería empujaba hacia adelante, lo que los liberaba mucho rítmicamente a los guitarristas, por un lado. Por otro lado, lo que nunca tuvo fue ninguna necesidad de figurar. Él entendía a la batería como un instrumento de acompañamiento que tenía que servir al concepto de la canción, y es lo que hizo siempre. No le gustaba hacer solos… Eran mínimos solos de batería en los shows de los Stones.
Para que entrar Daryl Jones a la banda cuando se fue Bill Wyman, la única opinión importante era la de Charlie Watts. Cuando Watts aceptó a ese bajista, ahí se conformó la nueva base rítmica de los Stones.
Él dijo que nunca jugo al juego el rock and roll, del sexo y las drogas, y que estaba más preocupado por hacer música que por cualquier otra cosa. Esta clarísimo eso a lo largo de toda su carrera, y esta clarísimo también como tenía su amor por el jazz, que estaba plasmado en varios discos en los que tocaba standards y también en muchas zapadas con Bernand Fowler, el corista de los Stones, con el que se encontraba para tocar standards de jazz.
Hacia simple lo más difícil, que es tocar en función de la canción. El “puncha puncha” tan clásico de los bateristas del rock, del “contamos 4 y arrancamos”, Charlie lo tenía perfectamente incorporado a su manera de ser y así lo transmitía a todas las canciones. Por eso el repertorio de los Rolling Stones es tan único, porque tiene ese toque único de un baterista único.
Marcelo “Torabe” Martínez
La obra de los Stones es parte del ADN de la Rock & Pop, y de hecho no me imagino un solo día sin una de sus canciones. Satisfaction fue de hecho uno de los tres primeros temas que sonaron en el aire en 1985. Los Stones y la radio cruzaron varias generaciones, sus primeros conciertos del 1995 se convirtieron en hechos místicos. Podríamos decir que los Stones son la piedra fundamental del sonido de Rock & Pop, y Charlie Watts es la base donde se erigió ese sonido, Charlie es el Stone que, sin ser el prototipo de una estrella de rock, estuvo a la altura de la leyenda. Se lo va a extrañar.