Vivimos en la época en que la creatividad y las buenas ideas escasean, por lo menos en lo que a películas y series se refiere. En vez de inventar algo de calidad, se pone plata e interés en hacer una Rocky 9 con Stallone rengueando o la decimoquinta Jurassic Park con el Tiranosaurio Rex ya abuelo, paseando a sus nietos en la plaza.
Pero de vez en cuando surge una gema, una flor en el pantano y de la mano de plataformas de alcance mundial se convierte en un éxito arrollador. Eso fue Breaking Bad, la serie que se centró en la vida de un profesor de química que, ante la noticia de un cáncer terminal, decide intentar generar la mayor cantidad de dinero posible para dejarle a su familia.. vendiendo metanfetaminas. Fue tanto el suceso que de ahí se desprendió hacer una serie sobre Saul Goodman, el abogado chanta inescrupuloso pero simpático interpretado por Bob Odenkirk.
Bueno, ahora la industria quiere intentar sacarle un poco más de jugo a Breaking Bad (a 15 años de su estreno), pero su protagonista está en desacuerdo. En una entrevista con los muchachos de Entertainment Tonight declaró: “Todo debería llegar a su fin. Todo es cíclico. Nuestras vidas lo son. Las estaciones, los árboles, todo. Así que está bien que todo tenga un inicio, un desarrollo y un final, y allí hay que dejarlo ir. Estoy orgulloso de lo que hicimos”.
¿Y de Malcom in the Middle? Ahí estuvo más abierto: “Hacer de padre en televisión fue fácil para mí, porque soy uno en la vida real. Así que trabajar por siete años en Malcolm hizo que esos chicos fueron realmente mis hijos. La cámara se detuvo, pero el amor por ellos se mantiene. Sí, sería divertido explorar ahora esos niños que ahora son adultos y cuentan con sus propios hijos. Estoy abierto a la idea”.
