El frontman de Iron Maiden aseguró que si alguna vez no se siente capaz de cantar al menos cuatro canciones seguidas en una noche, le gustaría que los miembros de la banda continúen y con su ayuda encuentren un reemplazo. “Yo daría la cara de vez en cuando, pero el otro cantante haría el resto”, aseguró.
“Keith Richards, por ejemplo, sufre de artritis. No está al frente todas las noches, pero es acompañado por otros guitarristas. Son The Rolling Stones. No creo que le moleste a nadie”, comentó y agregó que de todas formas, nada de lo que dijo va a pasar.
Por otro lado, descartó la idea de seguir el legado de ABBA y utilizar réplicas holográficas si alguna vez llega a suceder. “Es el infierno en la tierra, de verdad no le veo el sentido”.
Así que a calmarse y no desesperar, que hay Bruce Dickinson y Iron Maiden para rato.