Nos vamos a los 90s cuando, lejos del trap, el género dominante era el grunge. Y dentro de ese sonido, la banda líder (por canciones, cultura popular y éxito comercial) era Nirvana.
Por su parte estaban los Smashing Pumpkins, quienes pegaron varios cortes que sonaron en todos lados. Subidos al ring, los fans y la prensa especializada comparaba ambas bandas y sobretodo a los dos cantantes: Kurt Cobain y Billy Corgan.
En una entrevista para Apple1, Corgan se despachó con toda sinceridad: “Cuando murió Kurt no lloré porque se murió un amigo, lloré porque se murió un rival. No quería estar en la liga y competir contra puro relleno, sino jugar con los rivales más grandes del género. Como si fuera Michael Jordan, ¿me entendés? Es el número uno porque le ganó a los número uno. Y cuando me enteré de la noticia, lo resentí”.
Ya agregó: “Después de que se diera a conocer que, en efecto, Nirvana se robó parte de nuestro sonido por culpa del productor que literalmente tomó mis audios y los fue a replicar con Kurt, mucha gente comenzó a tener ciertos tratos conmigo”.
La entrevista entera, acá.
